2 de julio de 2018

Adiós extranjero

Gilles:

Fuiste para mí... mi vida, te di todo cuanto pude y no sirvió de nada.
Gracias por ser tan maldito, porque ha sido relativamente fácil dejar de amarte.
La verdad que todo lo que has hecho es absolutamente congruente con quién eres, con tu esencia...quise pensar en mi ceguera, que eras distinto y que te estaban manipulando...y no.
Dices que vives la vida apasionadamente, pero eso no es ser apasionado, es ser un obsesivo compulsivo.

Así eres y así te acepté y era feliz contigo, porque estaba ciega de amor por tí. Pero el sacarme a mi y reemplazarme por ella con esa facilidad con que lo hiciste, ponerla a la mesa con tus hijos a la semana de mi partida, partir al supermercado, escuela y partidos de handball....fue...sale Verónica entra Marinne y seguimos como si la vida fuese así de fácil. Tu falta de respeto y de honestidad (creo que faltaste a esas clases cuando hiciste tu formación católica), valores fundamentales en toda relación humana, me abrieron los ojos y pude verte como fuiste y como eres. Como serás?, depende de tí....pero no te veo buen futuro, vas a seguir apasionándote y destruyendo luego, destruyendo vidas...

Por todo lo anterior, soy yo la que te confirma con absoluta certeza, de que nunca volveremos a estar juntos y no tengo ningún interés en tener una buena relación contigo, ni por mis hijos lo haría. Así que lo que hagas, digas o piensas, puedes guardártelo y contárselos a otros, porque a mi no me interesa. Cuando quieras saber de tus hijos, me preguntas y yo te contesto, eso es lo único que nos une y unirá. No me preguntes por mi vida, porque ya no eres parte de ella y no debería importarte.

Yo soy una buena persona, correcta y si me perdí de mi esencia, fue porque tu me alimentaste de tus rencores...hice daño y me arrepiento de ello...yo vengo de un lugar perfecto como me decías, donde existe el amor (prueba de ello es como se miran mis padres luego de mas de 40 años de matrimonio), donde existe amistad sin mas interés que el disfrutar del cariño y de la buena compañía, donde se discuten en la mesa sobre la religión, la economía mundial y hasta los deportes, donde hay gente inteligente y con alturas de miras, donde hay valores cristianos y éticas morales, donde nos reímos de nuestros problemas, donde tratamos de ser felices con lo que tenemos y nos tristes con lo que nos falta, donde luchamos por superar nuestros errores y fracasos y tratamos de aprender de ellos y no donde damos vuelta la página y seguimos trabajando. Traté de impregnarte de mi buena suerte y mi buena vida...traté de mostrarte lo importante...traté de enseñarte a amar y a recibir ese cariño que reclamabas tanto te habían negado. Yo tengo el corazón blanco y aunque me trataste de convencer de lo contrario, no pudiste...yo se quien soy, con mis defectos y virtudes....y no soy la que dices hoy...soy la que amaste ayer.

Adiós extranjero...ni querido ni amado, odiado la mayor parte del tiempo, pero no te preocupes...estoy trabajando en ello, porque ni mi odio ni mi rencor te mereces...

(escrito en Agosto de 2013)